GUERRA FRÍA

La Guerra Fría fue un enfrentamiento que se inició al finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945. El fin de la guerra supuso el fin de la hegemonía en Europa, y dos potencias tomaron el relevo. Estados Unidos y la Unión Soviética fueron liderando dos bloques con sus propias alianzas y estados satélites, el llamado occidental capitalista y el bloque del este comunista. 

En cuanto a su nombre, se llamó Guerra Fría porque ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, es cómo que no fue una guerra normal, aunque sí que hubo conflictos derivados y guerras subsidiarias. 

Las razones de este enfrentamiento fueron sobre todo ideológicas, políticas, económicas y propagandísticas. La Unión Soviética financió y respaldó revoluciones y gobiernos socialistas mientras que Estados Unidos también dio apoyo y propagó desestabilizaciones y golpes de Estado en Latinoamérica.

 Los antecedentes de la Guerra Fría los encontramos antes de 1945, más concretamente en 1917, tras el triunfo de la revolución rusa, de la que Rusia surgió como el primer país socialista. Este fue uno de los primeros eventos que provocó desgastes considerables en las relaciones ruso-estadounidenses. 

Los soviéticos defendieron que el capitalismo debía derribado por la fuerza para ser reemplazado por un sistema comunista. 

Los capitalistas americanos tras el estallido de la revolución ayudaron al ejército blanco durante la guerra civil rusa. Finalmente, las tropas del ejército rojo lideradas por Trotsky se hicieron con la victoria. 

 Los soviéticos, tras la Segunda Guerra Mundial habían ocupado las zonas de la Europa del este que habían defendido y liberado. Para frenar esta expansión soviética, Estados Unidos ayudó con el Plan Marshall a salir de sus ruinas a Europa occidental y a la zona occidental de Alemania. 

 

Con el Plan Marshall, los estadounidenses dieron enormes ayudas económicas a Europa, y el plan estuvo operativo durante cuatro años desde 1948. 

Los objetivos de Estados Unidos eran reconstruir aquellas zonas destruidas por la guerra, eliminar barreras al comercio, modernizar la industria europea y hacer próspero de nuevo al continente. Todos estos objetivos estaban destinados a evitar la propagación del comunismo que tenía una gran y creciente influencia en la Europa de posguerra. 

Los detractores del Plan Marshall argumentaron que este era una muestra de imperialismo económico estadounidense. 

 Los Estados Unidos promovieron la fundación de la OTAN, una alianza militar intergubernamental sellada en 1949.  La organización constituía un sistema de defensa colectiva en la cual los estados miembros acuerdan defender a cualquiera de sus miembros si son atacados por una facción externa. Las naciones rivales para contrarrestar la fuerza de esta alianza, firmaron el Pacto de Varsovia en 1955. 

En 1949 el ejército rojo de Mao Zedong se proclama vencedor de la Guerra Civil China tras derrotar a los nacionalistas del Kuomintang que contaban con el respaldo de Estados Unidos.
Inmediatamente la Unión Soviética estableció una alianza con los vencedores que habían creado un nuevo Estado comunista con la denominación de República Popular China. 

Al año siguiente Stalin, se vio sorprendido por la anticipación de tropas estadounidenses en la defensa de Corea del Sur que había sido invadida por los comunistas de Corea del Norte.

El alto al fuego llegó en 1953. Stalin había fallecido ese mismo año, al que le sucederá Nikita Kruschef.  En los cinco años posteriores a la Segunda Guerra Mundial un total de 15 millones de personas emigraron del este al oeste, lo que hizo que el bloque soviético llevará acabo un bloqueo efectivo de la emigración en 1950. 

Se realizó un control férreo de pasaportes para que la gente no se pasase de un bloque a otro, la frontera en Berlín, que era una ciudad que estaba repartida era un coladero y muchas personas se pasaban del lado comunista al capitalista.

Este hecho hizo que se construyese el muro de Berlín en 1961. Alemania estaba dividida tras la guerra en dos Alemanias, la República Federal alemana con la capital en Bonn y la República democrática alemana con capital en Berlín.

Esta división del mundo en dos bloques se sostenía por el riesgo de que las potencias se aniquilasen unas a otras en una guerra nuclear, lo que obligó a ambos frentes actuar con mucha cautela en las zonas más conflictivas. 

Solo en una ocasión estuvo a punto de estallar el conflicto tras el derrocamiento del militar Batista en Cuba por parte de Fidel Castro.

Estados Unidos trató de realizar una invasión de Cuba que fracasó. En 1962 ocurrió la llamada crisis de los misiles cuando el presidente Kennedy castigo con un bloqueo a Cuba por el asunto de los barcos soviéticos cargados con misiles y dirigidos contra Estados Unidos.

En el último momento, Rousseff, que era jefe del partido y del gobierno soviético, cedió y los barcos cambiaron de rumbo. Estados Unidos también había entrado en la guerra de Vietnam, que a la postre acabó siendo otro duro revés en la historia norteamericana. Este conflicto enfrentó a los Estados Unidos y al gobierno de Vietnam del Sur por un lado, contra Vietnam del Norte y las guerrillas comunistas que actuaban en Vietnam del Sur. 

La guerra terminó extendiéndose también a Laos y Camboya. La Guerra Fría también fue espionaje inspección inspección recíproca, conferencias crisis y soluciones diplomáticas.

En 1980, Reagan ganó las elecciones con la promesa de incrementar el gasto militar y enfrentarse a los soviéticos en cualquier lugar que fuera necesario. Tanto Reagan como la recién elegida primera ministra británica Margaret Tacher denunciaron sin parar la ideología comunista. 

Reagan calificó a la Unión Soviética como el imperio del mal y predijo que el comunismo acabaría en el montón de cenizas de la historia.

A principios de 1985, el anticomunismo visceral de Reagan se desarrolló en una postura conocida como la doctrina Reagan, en la que además de la contención abogaba por el derecho de los Estados Unidos de subvertir y derrocar los gobiernos comunistas existentes. Finalmente, en 1989 cae el Muro de Berlín, y supone la definitiva apertura de fronteras entre ambos bloques.  

El desmembramiento del bloque comunista y el final del telón de acero y de la Guerra Fría. Tras la caída, la tensión entre los países de la antigua comunismo y los capitalistas se acabaría diluyendo, de hecho, actualmente la mayoría de los estados del antiguo bloque comunista han acogido las políticas e ideologías del mundo capitalista. 


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