INFORME KAZAJISTÁN
Kazajistán, posee grandes reservas de combustibles fósiles y grandes yacimientos de otros minerales y metales.
En 2000, Kazajistán se convirtió en la primera de las antiguas repúblicas soviéticas en pagar toda su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), siete años antes de lo previsto. En marzo de 2002, el Departamento de Comercio de Estados Unidos reconoció a Kazajistán como país con economía de mercado.
Este cambio en el estado reconoció sustantivas reformas de economía de mercado en los ámbitos de la convertibilidad de la moneda, la determinación del salario, la apertura a la inversión extranjera y el control gubernamental sobre los medios de producción y asignación de recursos.
La represión soviética de la
élite tradicional, junto con la forzada colectivización entre finales
del decenio de 1920 y la década de 1930, produjo hambrunas y
llevó a la provocación de disturbios. Entre 1926 y 1939, la población kazaja
disminuyó un 22% debido al hambre y a la emigración masiva.
Actualmente, las estimaciones sugieren que la población de Kazajistán rondaría los 20 millones de habitantes si no hubiese habido hambre o migración de kazajos. Durante la década de 1930, muchos reconocidos escritores, pensadores, poetas, políticos e historiadores fueron masacrados bajo las órdenes de Stalin, tanto en el marco de la represión como también de un modelo metodológico de supresión de la identidad y la cultura kazaja.
El régimen soviético tomó el control, y un aparato comunista trabajó con firmeza para integrar plenamente a Kazajistán en el sistema soviético. En 1936, Kazajistán se convirtió en una república soviética. Kazajistán experimentó una afluencia poblacional de millones de exiliados de otras partes de la Unión Soviética durante los años 1930 y 1940; muchos de los deportados fueron expatriados a Siberia o Kazajistán simplemente debido a su origen étnico o creencias, y en muchos casos internados en algunos de los mayores campos de trabajo soviéticos, incluyendo el campamento ALZHIR a las afueras de Astaná, que estaba reservado para las esposas de los hombres considerados “enemigos del pueblo”.
La Segunda Guerra Mundial marcó el aumento de la industrialización y el aumento de la extracción de minerales en apoyo al esfuerzo de guerra. Sin embargo, hacia la época en la que el líder soviético Iósif Stalin muere, Kazajistán tenía aún una economía abrumadoramente basada en la agricultura. En 1953, el líder soviético Nikita Jruschov inició la ambiciosa Campaña de Tierras Vírgenes para convertir los tradicionales pastos de Kazajistán en una importante región productora de cereales para la Unión Soviética. La política de Tierras Vírgenes trajo resultados desiguales.
Sin embargo, junto con
posteriores modernizaciones bajo el líder soviético Leonid Brézhnev,
aceleró el desarrollo del sector agrícola, que sigue siendo fuente de sustento
para un gran porcentaje de la población de Kazajistán. Hacia 1959, los kazajos
constituían el 30% de la población, y los rusos representaban el 43%.
Las crecientes tensiones en la sociedad soviética
dieron lugar a una demanda de reformas políticas y económicas, que llegó a un
punto crítico en la década de 1980. Un factor que contribuyó inmensamente
a esto fue la decisión de Lavrenti Beria de probar una bomba nuclear
en el territorio de la RSS de Kazajistán en la ciudad de Semey en 1949.
Esto resultó en una catástrofe ecológica y biológica que repercutió inclusive
en generaciones posteriores, y la ira kazaja hacia la Unión Soviética siguió
elevándose.
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